•·.·´¯`·.·•Noelia IV•·.·´¯`·.·•

Noelia recuerda su niñez cada vez que se apoya en la ventana, y en ese recuerdo vivo ella ve a su madre, inquieta y sonriente mientras controla los juegos de una pequeña con coletas y pecas en la cara.

Añora las tardes en las que portaba una caja de zapatos con gusanos de seda como si fueran el mejor animal de compañía, las mañanas en las que enterraba tesoros en la tierra de las macetas, o las noches en que veía a las luciérnagas y las soñaba hadas diminutas que sólo ella podía ver.

Para Noelia el mundo ha cambiado tanto, en tan poco tiempo, que no se atreve a pensar siquiera en cómo jugarán los niños de hoy día, si sabrán de qué color es la mercromina, a qué saben las frutas robadas de árboles encerrados en territorios prohibidos, y qué se siente al jugar con tizas, gomas, cuerdas y lo más importante: otros niños.

[Noelia a sus perfumes, como yo a mis piedras*]