Noelia I...

Se llama Noelia, vive en un mundo de 22 m2. No tiene estanterías, su cama se compone de un somier rigurosamente colocado sobre el parquet, jamás le tendrán que decir “pon un libro en tu mesita”, pues su mesita son libros.

Tiene televisor pero no sintoniza los canales, prefiere las historias enlatadas que los directores llaman películas. Adora el silencio, aunque a veces lo mata con voces salidas de la radio. Su mascota es un pez llamado Pez, sólo come y hace burbujas pero llena el espacio entre su cama y la ventana. Un bambú de la suerte adorna la cisterna de su baño.

Trabaja aquí, es una nariz. Su mesa de trabajo es lo único que rompe la monotonía de su espacio y de ella misma; piensa en soledad los aromas que serán de multitudes.

Cierra los ojos y su mundo de 22 m2 se transforma en un universo infinito, su don la hace libre, soñadora, hace que su vida sea más intensa. Cuando quiere regresar, mira a su alrededor, va hacia la ventana, la abre y se sienta. Viaja sin salir de casa.